JABÓN DE ARGÁN

El Argán o Arganero (Argania Spinosa) es un árbol de la familia de los Sapotáceos que crece únicamente en las regiones del sudoeste de Marruecos.

El aceite de argán se compone hasta en un 95% de triglicéridos que tienen por ácidos grasos principales el ácido oleico y linoleico (ácidos omega-3) y varios ácidos omega-6. Estos compuestos re-lipidizan la piel contribuyendo así a restaurar y conservar la función barrera de ésta y a mejorar, por tanto, la hidratación ya que evitan la pérdida de agua natural.

En menores cantidades, el aceite de argán contiene también polifenoles como el ácido ferúlico y tocoferoles (vitamina E) que en conjunto ayudan a mejorar la elasticidad de la piel fomentando la síntesis de colágeno y fibras elásticas.

Todos estos componentes proporcionan al aceite de argán propiedades antiinflamatorias, regeneradoras y cicatrizantes que lo hacen indicado para atenuar las cicatrices y las arrugas y aportar a la piel tersura y suavidad.

El aceite de argán contrariamente al aceite de rosa mosqueta, no obstruye los poros. Resulta recomendable por lo tanto incluso para las personas que tienen piel grasa y/o acné con resultados muy favorables en la recuperación de marcas o cicatrices residuales.